sábado, 15 de noviembre de 2014

Recordando

La definición con la que Google presenta el "blogger" es como una "bitácora" en línea. Ahora, me pregunto ¿por qué alguien pondría sus pensamientos y experiencias en línea? Tal vez es sólo una forma de expresar algo que hay dentro tuyo y que al sentirte enclaustrado y que no se lo puedes decir a alguien más, decides soltarlo de golpe, un "zopetón" de ideas expulsadas a la red, a ver si algún otro ser humano puede enterderte. Iba a partir diciendo que hace mucho que no escribía, pero eso es obvio, es cosa de mirar la entrada anterior. No se si se nota en los pixeles que muestran las letras que golpeo en mi teclado, pero, si tuviese que calificar mi humor en estos momentos sería como una nube negra con la pierna atravesada. Si no pueden imaginarselo, no se preocupen, tampoco es mi idea que lo hagan, pero creo que logra graficar las 2 propiedades de mi ánimo: ilógico y cargado de una lluvia de agua negra. Hoy de hecho, fue un día bastante normal. Incluso dormí, cosa nueva éste año, pero hay un momento cuando acaba el día bueno, cuando empieza a bajar la cantidad de "no se qué" que se supone regula en parte nuestras emociones. Entonces empiezas a pensar en cosas turbias, y de manera difusa, pareciendo que la idea es llegar al punto donde la lluvia se desata como cascada a través de tus ojos (y nariz). En serio estoy pensando en lo fisiológico que es llorar para las personas. ¿Las cosas buenas las aceptaremos gustosamente y a las malas (en el sentido hedonista que conocemos todos esas situaciones), no las recibiremos igual? Pues... claro que no, yo solo digo. No sería sana una persona que recibe algo que le gusta llorando de tristeza, pero tampoco es una persona sana alguien que ante una adversidad más grande que ella no se congoje. Rayos,aunque es cierto lo que pongo arriba, la cosa es así: Todo esto pasa. Me pasa a mi, le pasa a cualquiera. Aun Dios, pienso, debe sufrir, por una parte lo vemos en la personalidad antropomórfica de Dios en el antiguo testamento, y por otra parte lo secundo con el hecho que nos manda a predicar "como si Dios rogase". Y creo que es porque el sufrimiento no es malo... sino que solo es. Es más, lo llamaría un bien necesario terrenalmente, y que se vuelve innecesario celestialmente. Cristo necesitó sufrir acá en la tierra, pero ya en el cielo no tuvo más sufrimiento. Entonces, podría alguien argumentar que ya que el cielo es perfecto, si algo no está en el cielo, como el sufrimiento, entonces no puede ser bueno. Pero dada la reflexión del párrafo anterior, el sufrimiento no es parte de un mundo perfecto porque no necesita de éste concepto, puesto que se introduce sólo como consecuencia del pecado... y bueno, tampoco puedo decir que todo sufrimiento es bueno. El apostol Pablo habla que hay tristeza para condenación, y tristeza para arrepentimiento. Una buena pregunta es ¿cuando es una u la otra? Eso, dependerá de como nosotros lo tomemos, así como hizo Job. Conste que la Biblia dice que no habrá sufrimiento, pero no que eliminará el sufrimiento pasado. El es nuestro consolador, y estando con Él nos vemos reconfortados. Más, pero, sin embargo, a pesar de eso, yo aún quiero llorar. Lo siento. Y no puedo llorar. No sé porque. Quiero derrarmarme en torrentes de lágrimas, que produzca la catarsis de mis emociones y me devuelva. Quiero llorar por cosas que han pasado, quiero llorar por decisiones que he tomado. Llorar porque no sé como enfrentar gigantes, y llorar porque me siento débil y languido. Y aquí, en ésta bitácora en frente de todos y de nadie, en las mareas del universo de internet, recuerdo que tu hombro está siempre presente. Gracias Jesús. Te amo. Buenas noches.