lunes, 21 de marzo de 2011

Tarde de perros

Escribiré mientras el material aún está fresco en mi mente.

En la tarde del día lunes 21 de marzo, fecha en la que termina la primavera, me había decidido a estudiar. Asi que traje algunos cuadernos, abrí algunos libros y me puse a estudiar. Esto me duró... 15 minutos y luego me fui a mi cama a dormir. Uds me podrán decir flojo, pero no lo dirían si es que hubiesen tenido una clase de Ed Fisica como la que tuve aquél día y realmente estaba exhausto. Leía algo de Martín lutero y entonces...

Comienza lo interesante. Estaba durmiendo cuando escucho algunas cosas. Gritos de perro, ladridos y de pronto chillidos exagerados. Lo primero que pensé "Oh no, atropellaron a un perro". Pero luego, lo que no esperaba era oír un grito desgarrador de una persona.

Abrí mi ventana que da justamente hacia esa dirección y lo primero que veo es a un hombre con un gran palo que empezó a golpear a un grande y temible perro boxer. No podía ver bien que ocurría a causa de una palmera, pero alcancé a notar que un niño salía disparado hacia adentro de su casa, y la mamá o nana cerraba la reja tras el.

Al igual que yo, muchos vecinos preocupados estaban pendientes de la situación. Entonces me decidí a salir. Mi hermana Paulina me ganó y salió primero informandose acerca de los detalles del acontecimiento. Ocurrió que un caballero que vive en Av. El Valle sacó a pasear a su perro. El caballero, de ya una avanzada edad, iba pasando por la casa de mi vecino Joaquín (13 años aprox), cuando, el perro de este hombre y el perro de Joaquín comienzan a pelear. Las cosas se complican cuando, al tratar de separarlos, el viejito termina siendo mordido por su perro. y se complican más cuando el perro muerde al perro de Joaquin. Y se complican aún más cuando Joaquin ingenuamente intenta separarlos y la bestia ya se le prende al brazo. Es entonces cuando se escucho aquél grito desgarrador que oí de mi alcoba... y ocurren los sucesos ya narrados.

En seguida nosotros preguntando en que ayudar. No podíamos hacer mucho, no teníamos auto, pues mi mama había salido y ninguno de nosotros se podía decir que era un gran apoyo. Enseguida elv ecino sacó su auto, hizo que suiberan a Joaquín y se lo llevaran a la posta. Vi como el pobre hablaba por celular con alguien, seguramente su madre y lloraba con su brazo envuelto en trapos. Al perro lo llevarían al hospital de perros luego, pero...

Nadie se preocupó por el caballero

Excepto nosotros. con la Pauli lo vimos pararse e irse cojiando. Mi hermana quería acercarse, pero no se lo permití, no porque no me preocupase el caballero, si no que porque ese perro ya había mordido a 2 personas y mis sentidos aún me decían que no. Gracias Señor me obedeció y entró a la casa. Me quede mirando al caballero como se iba, preguntandome que hacer cuando me acerqué a mi vecina y recien entonces yo me enteré de la situación. Luego de enterarme de lo acaecido, le pregunté por el caballero que ya se estaba iendo. Me dijo que era alguien que había estado en la junta de vecinos. Un recuerdo muy vago de él, o mejor dicho de su señora me pasó por la mente, pues esta pareja es de Albania y recuerdo haber hablado con la señora que no podia deir muchas palabras en español. Entre a la casa y la Pauli enojada conmigo por no haberle permitido ser de ayuda para el caballero, reclamó. A decir verdad, ambos tenáimos una aprensión sobre el caballero. No estábamos seguros si estaba herido, pero si estaba herido y su señora, sin saber hablar español o manejar no podía llevarlo al hospital, estaría en problemas.

Así que partimos a buscar la casa del caballero. Primero nos aseguramos que no estuviese tirado en la calle. Luego, y gracias Señor, (realmente el movió las cosas, y nosotros nos mantuvimos orando todo el tiempo) 
cuando volvimos a casa, alcancé a divisar al vecino que más los conocía y que sabía donde vivian. Nos acercamos y, luego de contarles lo sucedido (ellos no estaban enterados) fuimos a verlos.

El estar en la casa de ellos también fue un drama. La pobre señora nos hizo entrar en seguida (todos pasamos lejos del perro) y entonces vimos al pobre viejito, sentado mirando su pierna. No le entendía nada a la señora que hablaba su idioma, pero me encariñe tanto con el viejito cuyos ojos transmitian una especie de inocencia, que me dio mucha pena verlo como estaba. Nos mostró y he allí tenía dos perforaciones profundas. El no se quejaba y preguntaba si tenía que ir al hospital por eso. Le dijimos que podría ser serio, asi que que se preparara y salíamos al momento. La pobre señora, sin saber que hacer, en un país extraño, su esposo con dos perforaciones complicadas... no la culpo por desmayarse. Me llegó a dar risa lo dramático del desmayo, imaginen a una señora gordita cayendo en camara lenta. Pobrecita. Llamaron al tio Pedro (mi vecino) para decir que Joaquin estaba mal y preguntar si el perro tenía vacunas. Cuando le contamos al viejito (que un niño había sido mordido) el dijo no haber visto nada. No se si creerle, pero no tengo razones para desconfiar, al pobre le mordieron la pierna y estaba tendido en una palmera a una casa de distancia, asi que podría darse el caso. Para terminar, el tio Pedro lo llevó en auto al hospital y de camino nos dejó en nuestra casa.

Finalmente, quiero dar gloria a Dios. Fue automático el ver la situación y ponerse a orar. Y confío que el tomó la situación y nos movió a una preocupación por aquél viejito del que nadie se había preocupado, y pudimos ayudar. Gracias Señor, y yo, aprovech´ñe de utilizar esta experiencia para cumplir con mi tarea semanal de escrbiri en mi blog.

El Señor los bendiga.

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