sábado, 14 de mayo de 2011

¡Dia del libro!

Aún me duele algo la cara por la pintura de mimo que tuve que usar...

Bueno, aquí estoy. Pasó. Pasó tan rápido que casi no lo pude disfrutar, pero lo hice. El último día del libro... extrañamente no me da LA nostalgia que creo debería darme, pero igual algo hay. ¿Qué pasó en el? Lo relataré

Todo se remonta a semanas atrás. Como siempre y es común, nosotros los músicos haríamos una pequeña presentación... musical. Asi que eso, nos preparamos con unos cuantos temas que el profe y nosotros escogimos y nos pusimos a practicarlos. En mi caso, pase horas sacando las distintas canciones que debíamos tocar, escuchandolas para ver como era el rasgueo y las distintas cosas que contenían las canciones (que eran complejas) y otro tiempo enseñandoselas a mis guitarras acompañantes: Javier y Pedro, gracias Señor por ellos. En esto se fueron las horas, los días y finalmente llegamos a ayer viernes 13 de mayo de 2011.

Y entonces aconteció todo. Llegamos en la mañana todos y el profe nos miró y nos dijo: "No tocaremos Madrugal" Y "Madrugal" era justo la canción que más habíamos ensayado pues era la mas compleja. Además, debíamos aprendernos 2 canciones "de abuelitos" y que, por lo menos para nosotros eran aburridas. En esos momentos pude de cierta manera controlarme y me aprendi las 2 canciones que se nos entregaban.

Así, todo sucedió normalmente hasta las 5:30 Entonces nos avisan que no tocaríamos ni los sones cubanos, ni "Nanita nana" que era un tema puesto por nosotros, si no que solo una cancion que habíamos ensayado y las otras 2 que aparecieron en la mañana. en esos momentos mi positivismo decayó, quedando notoriamente reflejado el cambio en mi semblante. Además de esto, incluyeron nuevos instrumentos con profesores que no conocían los temas y bueno... sentí que nos habían fulminado el show.

Ahora que lo pienso ¿Era nuestro show? Un profesor que se dió cuenta de mi estado se acercó y me dijo algunas cosas al oído. Yo no estaba escuchandolo, en tanto mi enojo y decepción iban en aumento, cuando en un momento dijo: "Es hora de ser siervo" Eso fue para mi, suficiente argumento. Me retiré entonces y me fui a mi sala donde no había nadie, y consulté como debía tomar la situación con el único que en verdad estaba en control de ella.

Como siempre, esas profundas conversaciones con ese ser, en la cuales mis argumentos quedan totalmente invalidados, salí mejor, confiado que Él tenía todo en su control. Volví al ensayo tratando de disimularlo, pero aún me dolía el que nos hubiesen cambiado todo ¿Cómo hacer para cambiar mi cara? Nada mejor que siendo mimo y haciendo payasadas, lo cual fue bastante entretenido. Perseguir gente, actuar, imitar a la gente, repartir cartas, pedirles sus carnets para identificar si eran los que decían ser, molestar, etc. En eso, olvidé todo y así prosiguió el día. No pude ver el fragmento de Ana Frank que representaron mis compañeros pero me dijeron que estuvo excelente. Finalmente, llegamos al momento del "Café literario" (En donde yo no ví a gente con café) que era la instancia en la que debíamos presentarnos. En esto, al profesor Odirrag se le ocurrió la brillante idea de que entrásemos de una manera original. Entonces, en el momento que nos llamaron y que el profesor Luis, muy preocupado nos dijo "tienen que ya estar entrando" me fui solo a tocar y me enfrente a la multitud... pero no por mucho tiempo, puesto que luego Daniela Mora se ofreció a acompañarme en mi soledad y llamó a sus amigos para que pudiesemos presentar unas piezas musicales. La primera pieza fue una canción de cuna, en donde yo tenía desafinada mi guitarra. "Bueno, será" pensé. Pero luego, el profe CHIristián, le dijo al público presente que nos acompañaran con las canciones y...¡si nos acompañaron! Fue entonces que entendí a lo que se refería miss Nancy al cambiar los boleros y decir que la idea era que el público interactuara con nosotros. Fue una sensación muy agradable, y les gustó tanto que al finalizar, pidieron otra. En la última ya estaba relajado, y solo toque. Terminamos en medio de una gran aplauso y con una felicidad por mi parte que nunca imaginé, al principio del dia, que tendría. Solo puedo entonces, ya contado lo acaecido, decir que sin sabernos las canciones, con toda la frustación y otras cosas que pasaron, lo unico que quería exclamar era:

Gloria a Dios.

1 comentario:

  1. Hay cosas que no tienen remedio y creo que es mejor aceptarlas tal cual son amenos que uno quiera vivir eternamente amargado por situaciones extrañas y muchas veces incambiables como se nos prestan muchas veces pero así debe ser y asi es la vida, fin

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