¡Talentos!

Mientras escucho un poco de Tchaikovsky, escribiré en mi blog, esperando que tal vez me contagie y pueda hacer una redacción "docta". Hablando de eso, creo que invente una nueva palabra hoy en clases: "confrontamiento" y Daniela M me ayudo complementándola con otra: "enfrentación".

Bueno, además de descubrir mi increíble don para formar palabras, algo más ocurrió hoy que es digno de analizar. Yo juego basketball, pero el futbol no me cae mal, por lo que entre a la cancha. Me posicioné como arquero y al instante Ilan lanza un "cañonazo" a mi portería, siendo increíblemente desviada por el excelente arquerazo.

Ante esto, un par de niños se dan vuelta a mirarme con cara de asombro y mis defensas me felicitaron. Uno de ellos me dice: "Alvaro, tu tocas guitarra excelente, eres bueno para el fútbol y te va bien en el colegio, ¿Cómo lo haces? " Ahora me parece chistoso, pero en esos momentos me turbe... y atine a decir lo que ahora rescato como tal vez la mejor respuesta que pude haber dado: "Nada de esos talentos los merezco, gracias Señor los tengo" El joven me dijo: "Dime tu formula" y ya en un tono de broma dije "Oré".

Pero me vino a la mente todos esos talentos que me ha dado mi Señor, y no puedo dejar de agradecérselos. Quiero escribir esto con la humildad de un hombre que fue literalmente botado del pedestal donde el mismo se había puesto.

Desde pequeño, supe que era talentoso, o me instruyeron como si fuera talentoso sin saberlo. La cosa es que siempre me trataron al 110%, y tal vez gracias a ello, soy lo "talentoso" que me llaman en la actualidad. Hay tres casos específicos:

En lo académico: Las clases eran muy fáciles y siempre las encontré así. Gran parte del desarrollo de estos talentos fue gracias a mis padres, que como ya escribí en otra redacción, en un principio me obligaban a ser el primero en todo. Tal vez lo más profundo que me quedó de eso fue la situación en la que teniendo yo un 69 de promedio, mi padre me dijo: ¿Y por qué no fue un 70? Debo agregar por lo demás, que mis padres eran buenos alumnos: Mi padre uno de los pocos graduados en su carrera con postulacion a un magister y mi madre sacó 4 carreras en menor tiempo del que normalmente se requiere y todas con primer lugar, ademas de haberle conseguido a su escuela un montón de premios dentro de los "confrontamientos" académicos . Era obvio que querían un chico destacado en el área. (Debo poner de nuevo a tchaikovsky, se acabó). Esto los llevó a poner en práctica su filosofía de "debes ser el mejor" que ellos tenían conmigo. Y para ser el mejor en este mundo, muchas veces no importa el otro; solo importas tu.

Sobre la guitarra: Mi madre, estudiante de conservatorio de la Serena, primer violín dentro de la escuela, a los 14 años ya aparecía en los diarios. Luego se retiró por más de 18 años. En ese tiempo nos tuvo a mi hermana y a mi.
A los 4 años decidió tratar de enseñarme violín. Nada pasó, yo no quería tener una relación con el violín. Así menosprecie lo que es tal vez el instrumento de mayor complejidad.
Durante mucho tiempo nada pasó. Es más: A mi me cargaba, pero es que no odiaba más a la música. Mi hermana ponía música y yo no podía concentrarme. Me cargaba que pusiesen la radio con sus canciones. En fin, un día, aburrido, a los 10 años, miré la guitarra de mi mamá. Ya conocía yo al Señor, y me impulsó a tocar la guitarra. No recuerdo como fue, pero me parece que mi mama me trató de enseñar otra vez violín y yo lo deseche, tomé la guitarra y le dije que quería aprender a tocar. Mi mamá no sabía tocar, así que no me podía enseñar. Pero no me detuvo. Cada día, en la alabanza yo me ponía adelante y veía las distintas posiciones que Cristopher montenegro hacía con su guitarra, y luego yo las repetía. Asi comenzé. Traté de tomar clases con Daniel soto, pero no funcionó. A los 11 años me regalaron una "miniguitarra". Pero eso duró poco. Ya con la guitarra, y como todo niño chico que consigue lo que quiere, me olvidé de ella. Fueron otros 2 años en donde solo la saqé para música. En esto influyeron dos factores: Aldo y Felipe, otros chicos que tocaban guitarra, la tocaban mejor que yo, y eso me desanimo, pues pensé que nunca tocaría como ellos. Lo otro fue la televisión que me absorbió totalmente a mi, a mi tiempo y mente. (El año pasado a esto me habían castigado sin tele por todo el año, nada podía hacer si no tocar guitarra)

En un momento, según la leyenda de mi madre, estaba yo viendo televisión cuando ella entró, me miró y me preguntó como estaba. Luego de conversar un poco, en un momento me preguntó por mi guitarra y yo dije: "Ahí está". Entonces va, me apaga la tele y me dice que vaya a practicar guitarra. Así volví. Esto y otro factor: Un chico nuevo, alto, legó tocando muy bien el bajo... tenía que estar a la altura. Así pues volví a la guitarra, y sobre la música y mi nuevo amor por ella les contaré otro día.

Área de los deportes: Al ser "hiperactivo", los deportes no era algo de lo que debía preocuparme. Mi padre, jugador de futbol por hobby, siempre me lo incentivo.
Misma filosofía que todas: "tienes que ser el mejor". Muchas veces me desanimaba, pues el Seba G y Pedro Pablo S eran mejores que yo en todo, pero me gustaba asi que siempre lo hice. Pero no soy "bueno" por talento, si no por esfuerzo.

Finalmente, en todas se repitió el mismo factor: El querer ser mejor que todos. Esto me trajo consecuencias como: Apatía, que si me sacaba una mala nota me enojaba y de alguna debía manifestar mi rabia, con violencia o llanto; lo mismo si perdía un partido. Me decía a mi mismo que cómo era posible que no me valoraran con todos esos talentos, me encontraba casi perfecto.

Entonces apareció mi medicina: Dios.

El Señor me tomó. El sentirse aceptado, sin tener que demostrar por qué ser aceptado. Ni siquiera merecerlo. Con talentos o no ¡El me ama! eso más de lo que yo pudiese esperar... es algo que yo no hubiese soñado. Dios tubo que trabajar conmigo, y mucho. Ese orgullo, trabajado por tantos años, se tuvo que ir quebrando, pero puso herramientas. No voy a decir que no sigue siendo una lucha, porque si lo es, pero es una sobre la que hubo victoria y confío en Dios que seguirá habiendo. Era esto: o yo soy mi propio dios, que se exalta a si mismo por mis talentos y apático con la gente pues son "inferiores" (a ese nivel llegué, creía que no me aceptaban por celosos) o era el mi Dios, y lo escogí a él. Yo no necesito estos talentos, él me los quiso dar. Si pudiese ahora contestarle a quél chico agregaría... si tú quieres estos "talentos" debes pasar por todo el dolor que yo pasé, que yo mismo me puse, y que al final me di cuenta que de nada sirve. ¿Acaso algunos son mayores que otros por los talentos que tienen? Sé que hay gente que piensa así, pero Dios no y yo me quedo con esta última opinión, por que el me ama. no puedo dejar de reptirlo en mi mente... el me ama sin yo poder dar nada a cambio. Y además de amarme ¿saben que hizo? Los ha ido perfeccionando. Ahora soy un mejor guitarrista, de mi punto de vista, mi música tiene emoción, cosa que cuando tocaba por ser el mejor, no tenía. No me saco puros 7 , pero sigo siendo inteligente. Es más, fue otra lucha el no depender de mi inteligencia y astucia. El no contestar cuando antes nunca perdía en una confrontación. El poder seguir en los deportes con una buena salud. Todo eso lo ha hecho él. como dice la canción:

Porque de Él
Y por Él
Y para Él son todas las cosas
A Él sea la gloria y la alabanza

No perdí mis talentos, es mas gané una forma distinta de adminitrarlos... y gané,¡Oh, si, lo que ahora tengo es mas preciado que todo eso!

Lo tengo a Él


Tuyos son estos talentos, Señor, porque tu me los diste, y yo, por mi propia voluntad, te los entregó. Tu me guiarás para utilizarlos sabiamente, confío en tí, y se que es bueno esto, porque tú eres bueno.

¡Gracias Señor por mis talentos!