domingo, 24 de julio de 2011

¡Oh no!

Se me borró mi comentario. ¿cuantas veces me ha pasado ya esto? ahora que hago... nada. Solo empezar a escribir.

¡Ah! que pena. Alguna vez les ha pasado que sienten que su esfuerzo finalmente no sirvió para nada. A mi sí. Es chistoso, pero un día recuerdo que llegué a la misma conclusión que Papelucho, "cuando uno intenta hacer las cosas bien al final siempre hace mal", porque me frustraba. Un ejemplo: Cuando le lavaba los platos a mi madre por cuenta propia, cosa muy rara en mi, sinceramente, en vez de agradecerme me decía "porque no has hecho tu pieza" y yo contestaba "es que te estaba lavando..." y ella ya estaba lo suficientemente enojada como para no escuchar a lo que decía.

Creo que lo veo ahora, pero tal vez eso influyó en mi creciente egoísmo durante mi niñez, no me sentía apreciado más que por mí.

El Señor sanó eso, y me di cuenta que no necesito ser amado por gente, porque el me ama lo suficiente por todos. Aún asi, es tan fiel y misericordioso, que ha puesto en mi vida personas espectaculares que ahora sé que me aman también. Mi familia es hermosa, el la hizo hermosa (es increíble como uno ve las cosas con otro prisma a partir de un cambio interno producido por el Señor) tengo amigos, pero para que decir, son excelentes. Y sé que todos ellos me aman. Incluso Camilo, en el amor del Señor.

El amor, otra vez, (creo que es un tema frecuente.) Necesitamos ser amados... y mucha gente, hace el bien para sentirse amado, aceptado. ¡Cuán distinto es cuando uno hace el bien por amor!

Y como dice mi profesor de historia: Todas las peores cosas se han hecho con las
"mejores" intenciones. Robespierre quería la igualdad, equidad y fraternidad, cosas buenas en su esencia... y tenemos la revolución francesa. "La raza perfecta" acabo con millones de judíos. Matar hombres, para que así se dejen de matar hombres. ¿Cuando se podrá poner orden a esto?

Nosotros, me temo, no podemos. Cuando el apóstol dice: "Lo que no quiero, eso hago, y lo que quiero, eso es lo que no hago. Quiero hacer el bien pero algo mal" yo le digo: a todos nos pasa.

No sé como concluir esto, pero sé que cuando cambie este punto de vista, y empezé a hacer las cosas por amor, y no las cosas para recibir amor, todo cambió. Cuando deje de pensar obligatoriamente en "mi bien" pude hacer "el bien" y cuando deje de ser yo quién hacía las cosas, sino Cristo en mí, pude finalmente descansar de todos los errores que intentar hacer el bien te pesan. ¡Soy libre de cualquier condenacion!

¡Viva! Gracias Señor

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